Hablemos sin miedo: La importancia de prevenir y cuidar nuestra salud mental

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Hablar de salud mental aún es difícil para muchas personas. Nos cuesta aceptar que no siempre estamos bien, que a veces necesitamos ayuda, y que cuidar nuestra mente es tan importante como cuidar cualquier otra parte del cuerpo. En TRABEJEMOS JUNTOS IPS queremos abrir ese espacio seguro para conversar, para informarnos y, sobre todo, para prevenir.

La salud mental no es solo la ausencia de enfermedades como la depresión o la ansiedad. Es mucho más que eso. Es sentirnos en equilibrio, tener energía para afrontar el día, disfrutar lo que hacemos, y poder relacionarnos con los demás de forma sana. Es poder decir “no estoy bien” sin sentir vergüenza, y también poder reconocer cuándo necesitamos parar, respirar o pedir ayuda.
Así como cuidamos nuestro cuerpo comiendo bien o yendo al médico, también debemos cuidar nuestra mente. Porque cuando nuestra salud mental se ve afectada, todo en nuestra vida lo resiente: el trabajo, la familia, el descanso, las decisiones… todo. Y lo mejor es que sí podemos prevenir, sí podemos cuidarnos a tiempo.

Prevenir no significa esperar a que algo grave ocurra. Prevenir es aprender a escucharnos antes de colapsar. Es darnos permiso para descansar, poner límites, decir lo que sentimos sin miedo. Pequeñas cosas marcan una gran diferencia: dormir bien, tener una rutina, compartir con quienes queremos, pedir ayuda cuando lo necesitamos, y sobre todo, no exigirnos más de lo que podemos dar. La salud mental también se cultiva en lo simple: en una conversación honesta, en una pausa, en un “hoy me cuido”.

Todos jugamos un papel en el bienestar emocional de quienes nos rodean. Una palabra de apoyo, una escucha sin juicios, un abrazo oportuno… pueden cambiar el rumbo de alguien que lo está pasando mal. Hablemos de salud mental en casa, en el trabajo, en los grupos de amigos. No dejemos que el miedo o el estigma sigan siendo barreras. Porque cuando abrimos espacios para hablar, para validar lo que el otro siente, estamos sembrando salud emocional, y eso es un regalo para todos.

Cuidar tu salud mental es un acto valiente. Es mirarte con amor y decidir que mereces estar bien. Recuerda: no estás solo, no estás sola. Cada paso que das hacia tu bienestar es valioso. Y si alguna vez sientes que no puedes con todo, estamos aquí para ti.

¿Psicología o psiquiatría? Entiende la diferencia y cuándo acudir a cada una

En temas de salud mental, es muy común que surjan dudas sobre a qué profesional acudir: ¿psicólogo o psiquiatra? Aunque ambos trabajan por el bienestar emocional de las personas, sus enfoques, herramientas y formaciones son diferentes. Conocer esta diferencia puede ayudarte a tomar decisiones más acertadas sobre tu cuidado o el de alguien cercano.

¿Qué hace un psicólogo?

El o la psicóloga es un profesional de la salud que se especializa en la comprensión del comportamiento humano, las emociones, pensamientos y relaciones interpersonales.
Su labor se basa principalmente en la terapia psicológica o psicoterapia, utilizando distintas metodologías según la necesidad del paciente (terapia cognitivo-conductual, terapia sistémica, humanista, entre otras).

Un psicólogo no formula medicamentos, pero sí trabaja profundamente en la raíz emocional de los conflictos: traumas, duelos, ansiedad, depresión, problemas de pareja, crisis personales, manejo del estrés, entre muchos otros.

¿Qué hace un psiquiatra?

El psiquiatra, por su parte, es un médico especializado en salud mental. Esto significa que, además de tener una formación en medicina, ha estudiado las enfermedades mentales desde un enfoque biológico, neurológico y farmacológico.

Su campo de acción se centra en el diagnóstico clínico de trastornos como depresión severa, trastorno bipolar, esquizofrenia, trastornos psicóticos, trastornos de personalidad, entre otros. El psiquiatra puede recetar medicamentos que ayudan a estabilizar el funcionamiento cerebral y mejorar los síntomas, siempre de forma controlada y personalizada.

¿Y cuándo se necesita uno u otro?

Una buena forma de entenderlo es esta:

  • Si estás atravesando una situación emocional difícil, sientes que no puedes organizar tus ideas, que el estrés o la ansiedad te superan, o simplemente necesitas hablar con alguien profesional para comprenderte mejor: el psicólogo es el indicado.
  • Si además de eso experimentas síntomas más intensos como pérdida de contacto con la realidad, pensamientos suicidas persistentes, trastornos del sueño o la alimentación severos, o ya hay un diagnóstico previo de una condición psiquiátrica: es importante acudir al psiquiatra.

En muchos casos, el trabajo ideal es complementario: psicología y psiquiatría trabajan en conjunto, sumando enfoques que se fortalecen mutuamente. Mientras uno ayuda a estabilizar la parte neuroquímica, el otro acompaña en el proceso emocional, conductual y relacional.

Buscar ayuda profesional no es un signo de debilidad, es un acto de claridad y responsabilidad contigo mismo. Ya sea que necesites hablar, comprender lo que sientes, o tratar algo más profundo, en TRABEJEMOS JUNTOS IPS estamos para acompañarte.
Tu salud mental importa. Y no tienes por qué recorrer este camino solo.